🧙♀️1...2...3... ¡Érase una vez!📚
El
hambre, la pobreza y el ingenio derivado del instinto de supervivencia, serán
los precursores del género de novela picaresca, tan pesimista por esa realidad
cruenta que toca vivir.
Este
pobre niño, nos contará en primera persona (como si nos escribiera una carta)
la realidad que le toca vivir: una estructura social con estamentos demasiado
desiguales daba como resultado que niños como Lázaro, acabasen siendo
entregados a otras familias con la intención de salvarlos de la hambruna tan
grandísima que asolaba el país.
Sin
embargo, como veremos en el cuento, Lázaro pasaba de "amo en amo" sin
mejorar su fortuna y, ¡cuál lo trataba peor!
Y, sin
embargo, qué gran lección nos da.
Cómo
una vida llena de desgracias, malos tratos, hambre y soledad, no le hace cesar
en sus intentos de mejorarla.
Y,
sobre todo, qué ejemplo tan grande es esta obra de que ante la adversidad el
ingenio se agudiza.
La
novela picaresca, a pesar del tono pesimista en que se redacta y los hechos tan
crueles que refleja, era en realidad un "cable a la sociedad", una
forma de refrescar sus días grises y un empujón hacia el ánimo: "si la
vida me da pan duro, me haré unas migas".
Recuerdo
haber leído esta obra a los 16 años, y lo muchísimo que me impactó la forma en
que Lazarillo "me contaba" su vida, sin pena ni gloria, pero sobre
todo, que por más palos que se llevaba, y por más manos por las que pasará...
No se rendía ni conformaba.
Ese
afán de superación que finalmente nos deja un sabor agridulce: pues da igual a
dónde llegues, las penurias te alcanzarán de un modo u otro.
Sólo
hay que reponerse.
Saber
que la vida cuesta y ser consciente de que la realidad no es la misma para
todos es una GRAN LECCIÓN DE EMPATÍA esencial para la vida.
Escriben:
Ernesto Rodríguez Abad y Benigno León Felipe
Ilustra:
Luis San Vicente
Edita:
Diego Pun Ediciones
(*) Más imágenes del interior en nuestro Instagram @123eraseunavez.