EL MUNDO DE BRUNA

 🧙‍♀️1...2...3... ¡Érase una vez!📚


(Historia basada en hechos reales).


Bruna es una niña maravillosa. Alegre, divertida, deseosa de disfrutar de todo cuanto hace. 

Amiga de sus amigos...

Un ser de luz, de esos que te iluminan con su alegría, que su mera presencia te alegra el día.

Sin embargo, un día, comenzará a apagarse y se oscurecerán sus días como se oscurece el cielo con una horrible tormenta...

¿Cuántos de vosotros habéis sufrido algún tipo de acoso en el ámbito escolar? 

Estoy segura de que muchos.

Yo misma lo sufrí intensamente. Pero, en mis tiempos, no estaba a la orden día ni tenía un nombre tan cool como el que tiene hoy. 

Era ley de vida, me dijeron una vez: "el pez grande se come al pequeño, hay que espabilar".

Sin embargo, igual que pasó con la violencia de género, un día las graves consecuencias de este fantasma empezaron a salir a la luz y todos nos pusimos las manos en la cabeza: ¿Cómo era posible que hubiera niños que se suicidaran porque se metían con ellos en el cole?

¿Os imagináis el estado de soledad, de tristeza y de desesperación tan bestiales que puede llegar a tener un niño para...?

Es algo que duele solo de pensarlo.

Por desgracia tuvieron que darse hechos terribles para darnos cuenta de que es un monstruo al que hay que combatir con uñas y dientes y, sobre todo, cuanto antes, con armas como la educación, el respeto y la empatía.

Debemos atender a nuestros hijos. A esa sonrisa que hoy se ve apagada. 

Levantar la vista de cualquier cosa que estemos haciendo, mirarlos directamente a los ojos y, si parecen tristes, no hay tiempo que perder.

Recuerdo cuando mi abuela decía "Que Dios me libre de las ovejitas mansas...". 

Hoy sé a qué se refería. 

A ese maltrato sibilino que pasa desapercibido. Que día a día se va fraguando lento pero seguro... Con palabras que minan tu alma...que te queman en el corazón...que destrozan tu autoestima y te convierten en una sombra que levita por la vida.

Ese es el bullying más feroz. El que se disfraza de amistad, de un cariño que no abraza sino que pica, que duele, que por fin hoy se conoce como lo que es: una relación tóxica que hay que atajar a tiempo.

Bruna viene para decirnos todo esto y para gritar que PEDIR AYUDA ES DE VALIENTES.

No temáis acudir a los profesionales para contribuir, llegado el caso, a que nuestros hijos crezcan seguros y fuertes. 

Muy probablemente yo hoy sería una persona distinta si hubiera tenido ese apoyo. 

Sí. Salí adelante, no sé si por suerte o porque era mi destino. Pero solo Dios sabe si todo habría sido distinto en mi vida si Bruna me hubiera enseñado que "quien bien te quiere NO te hace llorar".

Quizás por eso me ha tocado tanto esta historia.

He sido Bruna en cada página. 

Los corrillos en el recreo.

Las elecciones para equipos en gimnasia.

Las esperas a la salida del cole y del instituto.

Los vómitos y diarreas cuando se acercaban las 9:00h con las que mi cuerpo me imploraba "no vayas".

Las veces que mis vecinas me decían "ve y arréglate, fea", y cómo lloraba mi madre compadeciendose de mí mientras me vestía e intentaba convencerme de que aquellas no eran mis amigas.

Pero yo no la escuchaba. Incluso le gritaba: "¡me da igual mamá, vísteme, péiname, me están esperando!". 

Pobre...hoy sé que su miraba era el reflejo de esa lucha titánica que libramos los padres por nuestros hijos entre "protegerlos de todo" y "dejarlos que aprendan por sí mismos". 

Para cuando llegaba arreglada y dispuesta a jugar, se habían ido, o se escondían mientras sus risas resonaban como gritos fantasmales entre los muros de la urbanización.

Algún día, como tocada por un ser divino, me permitían jugar con ellas. 

Ese día sentía que volaba. 

Parecía que por esa sensación valía la pena todo lo demás.

Qué espanto siento ahora mismo, mientras escribo todo esto, de pensar que mis hijos se sientan alguna vez así. 

Como las veces que sentía que no valía lo suficiente como para tener amigos.

O cómo las veces que sentía que merecía que todos me diesen de lado.

O, aún peor, las veces que creí que no merecía que nada bueno me pasara.

Que no tenía nada que ofrecer que valiese la pena...

Cuántos de nosotros, si echásemos la vista atrás, podríamos decir: es una suerte que sobreviviera a todo aquello.

Por eso, porque venimos de una generación que no supo darle nombre a esta bestia, y porque hemos tenido la suerte de que nuestros hijos nazcan en un momento de la vida en que por fin se lucha contra esto, debemos estar ahí, con lecturas como esta para que, cuando llegue el momento, como si se tratase de un radar, a nuestros hijos se les enciendan todas las alarmas y puedan apartarse de lo que no es sano ni para ellos, ni para nadie.


Gracias Marta, por haber sabido ilustrar de una forma tan maravillosa, haciendo uso de expresiones, de colores y formas, algo tan horrible. 


Gracias a la editorial, por apoyar historias tan imprescindibles para soñar con que un mundo mejor es posible. 


Gracias Mónica, por tu confianza pero, sobre todo, por haberme removido los cimientos del corazón. Gracias a personas como tú, sueño con que los niños de mañana no sepan de qué se les habla cuando oigan la palabra "bullying". 


Y gracias a la Asociación Nace por su incansable lucha y por el maravillos y necesario epílogo.


Autora: Mónica Llamas

Ilustradora: Marta López

Editorial: Cuatro Hojas


En preventa en la editorial y en la cuenta de Instagram de @mifamiliadepapel .


(*) Más imágenes del interior en nuestro Instagram @123eraseunavez.




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